30 de octubre de 2008

LA PESADILLA DE ALGUIEN?

Hoy nos despertamos con las noticias de que en el Congo (RDC) está a punto de "volver" a estallar la violencia. ¿Volver? ¿Alguna vez ha parado en los últimos 15 años? Las causas de la violencia en los últimos 15 años no son incomprensibles, están reflejadas en todos los informes que se crean sobre este tema (algunos de la propia ONU). Entonces, ¿que pasa? No lo sé, pero está claro que estos informes cuando salen a la palestra apenas son leidos o tenidos en cuenta, y la situación sigue como siempre: país rico en recursos, país saqueado por los empresarios, eso sí sin mancharse las manos y con el beneplacito y el apoyo de nuestros gobiernos, país en el que se fomenta la guerra para que sea más fácil (y más barato) el saqueo. La historia se repite, y desde los poderes políticos, apenas se hace nada por evitarlo. Luego quizás vengan las lamentaciones, (quizás, ni siquiera esto es seguro) pero ahora es suficiente con evacuar al personal blanco del país...ole.

Esta es la respuesta que la Organización de Naciones Unidas (ese estamento que se creo para que no se repitiera nunca algo parecido a las dos Guerras Mundiales, de las que el mundo se arrepiente enormemente) ofrece a la Guerra que mas muertos lleva de toda la historia (si si, más que las dos Guerras Mundiales). Con esto, es lógico que leamos que los convoyes de la ONU han sido apedreados a su paso por la gente, mientras se alejaban de la zona conflictiva.

Una pequeña explicación a todo esto, venía reflejada en el documental La Pesadilla de Darwin ... aqui os dejo un pequeño fragmento

Si teneis ocasión de verla entera, no lo dudeis, es una muestra más que ayuda a responder algunos porqués que nos parecen incomprensibles...

29 de octubre de 2008

AYUDA OFICIAL AL DESARROLLO, LA REALIDAD

Articulo interesante sacado de la pagina ALTERECONOMÍA, que nos cuenta la realidad de frases como: "a pesar de la crisis, España no reducirá la cantidad de Ayuda al Desarrollo". Como siempre, todo tiene trampa, y aqui podemos ver una...

Escrito por Alberto Garzón Espinosa miércoles, 13 de junio de 2007

Los países ricos colaboran en el desarrollo de los países más pobres mediante la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), a través de préstamos desembolsados en condiciones muy favorables y subvenciones concedidas con el fin de propiciar el desarrollo económico en los países receptores. En este artículo vamos a estudiar la evolución y el destino que tienen estas aportaciones.

En septiembre de 2000, representantes de un total de 189 naciones firmaron la Declaración del Milenio [1], un documento plagado de buenas intenciones para con respecto la paz, el desarrollo mundial, el desarme, la erradicación de la pobreza, la protección del entorno, los derechos humanos, la democracia... y que sirvió para el establecimiento de ocho ambiciosos objetivos que deben de ser satisfechos para el año 2015.

En el apartado III, dedicado al desarrollo y a la erradicación de la pobreza, se puede leer lo siguiente: "No escatimaremos esfuerzos para liberar a nuestros semejantes, hombres, mujeres y niños, de las condiciones abyectas y deshumanizadoras de la pobreza extrema, a la que en la actualidad están sometidos más de 1.000 millones de seres humanos".

A pesar de que la cifra acordada inicialmente era superior y alcanzaba el 1%, los países ricos se comprometieron hace varias décadas en destinar el 0'7% de su Ingreso Nacional Bruto (INB) a los países en desarrollo. Con respecto a este asunto, la declaración del Milenio pide que éstos "concedan una asistencia para el desarrollo más generosa, especialmente a los países que se están esforzando genuinamente por destinar sus recursos a reducir la pobreza". Pero, ¿cuál es la realidad actual de estas aportaciones?

De acuerdo con el Informe sobre Desarrollo Humano del 2006, publicado por el Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), en el año 2004 sólo cinco países (Noruega, Dinamarca, Luxemburgo, Suecia y Países Bajos) han cumplido con el compromiso acordado, donando por encima del 0'7%. Por término medio, los países donantes sólo aportan el 0,4218% de sus Ingresos Nacionales Brutos. España, por su parte, participa en este sentido con un triste 0,24%. Japón, Estados Unidos e Italia aparecen en las últimas posiciones colaborando con menos del 0,20%.

Acudiendo a los datos preliminares para 2005, ofrecidos por la OCDE, la situación, aunque mejora, sigue manteniéndose en la misma línea: la mayoría de los países no cumplen con el compromiso alcanzado con los países más pobres.

A la vista de los datos, no parece demasiado evidente que los países ricos no estén escatimando en esfuerzos para liberar a nuestros semejantes... Detrás de la increíble retórica humanitaria sólo se encuentra una lamentable realidad para millones de personas.

Si clasificamos a los donantes en función de sus aportaciones per cápita, en vez de hacerlo en función del % INB destinado, España pasa a ocupar los últimos puestos, apareciendo en la posición 19 y sólo por encima de Nueva Zelanda, Grecia e Italia. Los que más aportan por cada habitante son Luxemburgo, Noruega, Dinamarca, Suecia y los Países Bajos.

Si estudiamos la variación de estas aportaciones (sobre el % de INB) entre el período 1990-04, los resultados muestran que la mayoría de los países han reducido su ayuda relativa. Observando el gráfico siguiente, podemos ver cómo países tan importantes como Japón, Estados Unidos, Italia o Francia han reducido sustancialmente esta ayuda en el período indicado. España, en cambio, muestra un aumento del 20%.

Si nos preguntamos por el destino de estas aportaciones, llegamos a peor puerto. Las Naciones Unidas han elaborado una lista de países menos adelantados [3], compuesta por más de cuarenta países. Pues bien, por término medio, sólo el 33% de toda la Ayuda Oficial al Desarrollo se destina a este conjunto de países.

De hecho, únicamente dos países (Irlanda y Portugal) destinaron en 2004 más de la mitad de su ayuda total a este bloque de países más necesitados. O lo que es lo mismo, veinte de los veintidós países donantes orientaron la mayor parte de sus ayudas a países que no están incluidos en dicha lista. España, por ejemplo, sólo colaboró con este conjunto con un mísero 17%. Las preferencias comerciales parecen primar mucho más que las humanitarias, a pesar de todo.

Pero si hacemos como antes y estudiamos la variación producida entre 1990 y 2004, los resultados son asombrosos. Aunque en este período la variación media de la AOD (sobre % INB) ha sido del 20% [3], la variación media de la ayuda destinada a los países menos desarrollados (% del total AOD) ha sido del -0,7 %. Esto significa que aunque los países ricos han venido incrementando sus aportaciones en los últimos años, no ha sido destinando las mismas a aquellos países que más lo necesitan.

España, por ejemplo, a pesar de haber incrementado sus aportaciones en un 20% (sobre el INB) en dicho período, ha reducido la parte que corresponde a los países menos adelantados en un 15%.

Parece obvio, después de todo, que el primer mundo no colabora activamente en el desarrollo de los países más necesitados, y que la situación no sólo no ha mejorado en la última década, sino que ha empeorado considerablemente.

Los países ricos, tras décadas de asalto y robo a los países colonizados, se muestran ahora incapaces de colaborar en el desarrollo de esos mismos territorios, en una muestra más de cinismo e hipocresía occidental.

Salud, Amor y Rebeldía, Alberto Garzón Espinosa

[1] http://mdgs.un.org/unsd/mdg/Resources/Static/Products/GAResolutions/55_2/a_res55_2s.pdf

[2] Afganistán, Angola, Bangladesh, Benin, Burkina Faso, Burundi, Bhután, Cabo Verde, Camboya, Comoras, República Democrática del Congo, Chad, Eritrea, Etiopía, Gambia, Guinea, Guinea Ecuatorial, Guinea Bissau, Haití, Islas Salomón, Kiribati, Lesotho, Liberia, Madagascar, Malawi, Maldivas, Malí, Mauritania, Mozambique, Myanmar, Nepal, Niger, República Centroafricana, República Democrática Popular de Lao, Ruanda, Samoa Occidental, Santo Tomé y Príncipe, Senegal, Sierra Leona, Somalia, Sudán, Tanzania, Timor-Leste, Togo, Tuvalu, Uganda, Vanuatu, Yemen,Yibuti y Zambia

[3] Hay que tener en cuenta que Luxemburgo, un país de dimensiones muy reducidas, incrementó sus aportaciones en casi un 300%, creando así una media engañosa

26 de octubre de 2008

¿NUEVO CAPITALISMO?

Buen artículo de la pagina de ATTAC madrid (www.attacmadrid.org) que aqui os dejo. Con esto de la crisis de los wevos (CDW) parece que lo importante es reactivar la economía y punto. Que van a pasar unos añitos "malos" en el que no podremos cambiar de coche o irnos de vacaciones, y luego ya está, cuando la gente vuelva a tener confianza en el capital (es decir, cuando el capital de dinero, que es lo que importa no?) todo se arreglara. Y volveremos a la rueda. Es un ciclo. Ahora toca CDW y esperemos que pronto podamos volver a derrochar.

Pues son pocas las voces que dicen como en este artículo que no, que antes que salvar a los verdugos, (como ya se está haciendo), lo que hay que hacer es redefinir las reglas del juego para que podamos jugar todos en igualdad de condiciones, no sólo nosotros los del norte...en definitiva eso es justicia y desde hace tiempo es la hora de que se aplique. Dentro de unos años, cuando veamos esto con perspectiva, las generación futura nos verá como la frase que se dice en pocos sitios: no había dinero para luchar contra el SIDA de verdad o contra el hambre o para vacunar a todos los seres humanos o para conseguir que los pequeños puedan ir a la escuela, y en cambio de una semana para otra si hubo dinero para salvar al capital, responsable con su ambición desmesurada de crecimiento, de que todo lo anterior no se pueda cumplir.

Ha llegado el momento del cambio a escala pública e individual.

Ha llegado el momento de la justicia

La crisis financiera esta de nuevo aquí destrozando nuestras economías, golpeando nuestras vidas. En la última década sus sacudidas han sido cada vez más frecuentes y dramáticas. Asia Oriental, Argentina, Turquía, Brasil, Rusia, la hecatombe de la Nueva Economía, prueban que no se trata de accidentes fortuitos de coyuntura que transcurren en la superficie de la vida económica, sino que están inscritos en el corazón mismo del sistema.

Esas rupturas que han acabado produciendo una funesta contracción de la vida económica actual, con el aumento del desempleo y la generalización de la desigualdad, señalan la quiebra del capitalismo financiero y significan la definitiva anquilosis del orden económico mundial en que vivimos. Hay pues que transformarlo radicalmente.

En la entrevista con el Presidente Bush, Durao Barroso, Presidente de la Comisión Europea, ha declarado que la presente crisis debe conducir a “un nuevo orden económico mundial”, lo que es aceptable, si éste nuevo orden se orienta por los principios democráticos –que nunca debieron abandonarse – de la justicia, libertad, igualdad y solidaridad.

Las “leyes del mercado” han conducido a una situación caótica que ha requerido un “rescate” de miles de millones de dólares, de tal modo que, como se ha resumido acertadamente, “se han privatizado las ganancias y se han socializado las pérdidas”. Han encontrado ayuda para los culpables y no para las víctimas. Es una ocasión histórica única para redefinir el sistema económico mundial en favor de la justicia social.

No había dinero para los fondos del Sida, ni de la alimentación mundial… y ahora ha resultado que, en un auténtico torrente financiero, sí que había fondos para no acabar de hundirse los mismos que, favoreciendo excesivamente las burbujas informáticas y de la construcción, han hundido el andamiaje económico mundial de la “globalización”.

Por eso es totalmente desacertado que el Presidente Sarkozy haya hablado de realizar todos estos esfuerzos con cargo a los contribuyentes “para un nuevo capitalismo”!... y que el Presidente Bush, como era de esperar en él, haya añadido que debe salvaguardarse “la libertad de mercado” (¡sin que desaparezcan los subsidios agrícolas!)…

No: ahora debemos ser “rescatados” los ciudadanos, favoreciendo con rapidez y valentía la transición desde una economía de guerra a una economía de desarrollo global, en que esa vergüenza colectiva de inversión en armas de 3 mil millones de dólares al día, al tiempo que mueren de hambre más de 60 mil personas, sea superada. Una economía de desarrollo que elimine la abusiva explotación de los recursos naturales que tiene lugar en la actualidad (petróleo, gas, minerales, coltán…) y se apliquen normas vigiladas por unas Naciones Unidas refundadas -que incluyan al fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial “para la reconstrucción y el desarrollo” y a la Organización Mundial del Comercio, que no sea un club privado de naciones, sino una institución de la ONU- que dispongan de los medios personales, humanos y técnicos necesarios para ejercer su autoridad jurídica y ética eficazmente.

Inversiones en energías renovables, en la producción de alimentos (agricultura y acuicultura), en la obtención y conducción de agua, en salud, educación, vivienda,… para que el “nuevo orden económico” sea, por fín, democrático y beneficie a la gente. ¡El engaño de la globalización y de la economía de mercado debe terminarse! La sociedad civil ya no será espectador resignado y, si es preciso, pondrá de manifiesto todo el poder ciudadano que hoy, con las modernas tecnologías de la comunicación, posee.

¿”Nuevo capitalismo”?. No!

Ha llegado el momento del cambio a escala pública e individual. Ha llegado el momento de la justicia.

Federico Mayor Zaragoza Francisco Altemir José Saramago Roberto Savio Mario Soares José Vidal Beneyto

25 de octubre de 2008

HASTA CUANDO??

Sobra cualquier comentario...

24 de octubre de 2008

LA CRISIS...

Aqui os dejo este video, medio gracioso y medio triste, sobre la crisis...

Os parecerá una tontería, pero si veis la serie de tv CUENTAME COMO PASÓ, que refleja la sociedad española de 1976 (seguro que no 100% real en todo lo que dice, pero a grandes rasgos seguro que sí) se puede ver como poco a poco, casi sin darse cuenta, los protagonistas pasan de ser gente a humilde que puede comer y tener ciertas comodidades, a ser gente que pasa a tener dos coches, lavadora, quiere cambiar de casa, entrar en un club de golf, etc etc etc...y su entorno, les admira por ello. No reflejaran una familia al uso de aquella epoca, pero a lo mejor sí que reflejan un sentir general de la sociedad. No vale con vivir de forma decente, sin muchos apuros y dignamente, no, hay que crecer, hay que mejorar, y mejorar en terminos materiales que son los que reflejan tu valor (tanto tienes, tanto vales, por supuesto). No sé, supongo que es libre mercado, el activar la economía, el hacernos creer que si no cambias de coche cada 5 años eres un atrasado, que tienes que comprar ropa, que tu casa es pequeña, que te mereces algo mejor!!

¿Os habeis dado cuenta que ahora, con la crisis, regalan coches en todos lados? Concretamente en tve dicen: "cambiar de coche será más fácil que escuchar radio nacional de españa" Da que pensar no?

Volviendo al artículo de DEMAGOGIA Y REALISMO, ¿que pasaría en la sociedad si la publicidad en lugar de ir encaminada a que compres, fuera encaminada a promover el respeto al projimo, y en que realices un consumo responsable? ¿Que pasaría si los programas de tv (el mayor instrumento de manipulación de la historia) informarán de verdad de la situación del mundo y de quienes son sus responsables? ¿Que pasaría en nuestra sociedad? Pues como dice el artículo, podemos decir que no sería rentable (hablando en terminos económicos), pero no podemos decir que no funcionaría...

23 de octubre de 2008

¿QUE PASARÍA EN AFRICA SI...?

Aqui os dejo este texto que he sacado de la pagina www.fespinal.com. No viene mal recordar verdades como las que dice el texto, para que no se nos olvide que quizas somos mas complices de lo que creemos...la historia no empezó en el año 2000, tiene mucho por detras y solo sabiendo la historia y analizando las causas, se podrá realizar algún cambio serio...porque sería muy poco serio (un poco comico incluso) que los responsables de este desaguisado que es el mundo, sean los mismos que pretenden arreglarlo no? Os imaginais que alguien en España al que se le considera culpable directo de alguna catastrofe fuera el designado para arreglarla? Lo mas probable es que no hiciera nada, y si algo hiciera, solo empeoraría aun más las cosas...Es como si después de la II Guerra Mundial, Hitler y Mussolini hubieran sido designados para restablecer la normalidad en Europa y para devolver su dignidad a los judios...Pretender que el capitalismo, el libre mercado, etc, sea quien salve a los pobres, es poco menos que una broma. Ni siquiera en nuestro territorio (la Union Europea social y progresista) nos lo creemos, y ahí están los estados salvando a la banca y regulando las condiciones del futuro. De puertas para dentro sí, pero en los mercados de fuera, libre mercado sin trabas a nuestros productos. Así me compro un tomate español en Guinea mas barato que un tomate guineano... ¿No nos estamos volviendo locos?

Me gusto mucho una frase que lei hace poco: "entre el fuerte y el debil, entre el rico y el pobre, entre el amo y el siervo, es la libertad la que oprime, y la ley la que libera"

Bueno, os dejo el texto, que es mucho mas interesante que lo que yo pueda decir...un saludo

África sigue sangrando, y los medios de comunicación nos siguen destilando sus dolores. A las miserias del Darfour, de Somalia y de la Región de los Grandes Lagos, a la continua llegada de cayucos a las costas canarias, se añade estos días la inesperada crisis de Kenya. Florón de la colonización británica, Kenya sigue siendo el paraíso exótico y la “capital del safari” para miles de turistas. El sueño kenyata se convirtió en pesadilla el mismo día de las elecciones residenciales, el 27 de diciembre pasado, cuando la Comisión Electoral proclamó la victoria del presidente saliente Mwai Kibaki. Su opositor Raila Odinga puso en cuestión los resultados y se lanzó a la calle con sus partidarios.

La violencia ganó la capital, Nairobi, y las principales ciudades del país. Según las estimaciones de las Naciones Unidas, las revueltas se saldaron en más de un millar de muertos, un número indeterminable de desplazados y grandes perturbaciones en el sistema económico. Así pues, otro de los baobab africanos se tambalea, como lo hicieron en su tiempo el Congo y Costa de Marfil y como le podrá ocurrir a Nigeria, donde las tensiones religiosas y las frustraciones económicas de la población continúan subiendo de tono. ¿Qué pasa en África y por qué? Los titulares de la prensa lo tienen claro. ¿Qué? Conflictos tribales, guerras, hambrunas, VIH, malaria, cayucos… ¿Por qué? Todo a causa del mal gobierno, la corrupción, la incompetencia y la irresponsabilidad. Esta manera de enjuiciar le viene bien a cierta prensa. Poco importa si la ligereza con que se tratan estos dramas deforman la verdad, dan una imagen incorrecta de África y de los africanos. Y sin embargo, las cosas no son tan sencillas…

1. Un África mal parida

En noviembre de 1884, se reunían en Berlín catorce estados europeos para debatir un problema urgente. Europa estaba iniciando un proceso de expansión económica importante. El objetivo que estaba en el punto de mira de todos era África, una selva virgen y con mil promesas. Se trataba de repartirse la gestión de este continente de 30.272.922 km2. En tres meses llegaron a las conclusiones siguientes:

– Se proclamó la libre navegación marítima y fluvial, así como el libre comercio en todo el Continente. – Se decretó el derecho a colonizar un territorio por el mero hecho de haber ocupado una parcela de su costa. – Se aceptó la ocupación efectiva y física, por medios militares, de dichos territorios, lo que dió por buena la conquista militar del Continente.

Resulta asombroso constatar que en la citada conferencia de Berlín no hubiera ninguna representación de ninguno de los reinos constituidos ni de ningún otro estamento africano. África se hizo a golpe de regla y cartabón, en función de los intereses europeos, que trazaron las fronteras, muchas veces, siguiendo los meandros de los filones de diamantes, cobre, oro y otras materias primas, sin consultar para nada a los interesados, dividiendo culturas, etnias, familias. Rara es la frontera del sur del Sahara que no cobije, a uno y otro lado de sus flancos, hijos de las mismas etnias y familias pero de diferentes estados. África fue concebida y engendrada en función de los intereses económicos expansionistas de Europa.

2. Un África mal criada

Siguiendo los criterios de la Conferencia de Berlín, la era de las dependencias se organizó pensando más en los intereses de las metrópolis que de los africanos. Europa supo encontrar el lenguaje idóneo para cada situación. Y usaron las conocidas palabras de colonización y civilización, y las vistieron de desarrollo, de progreso y de cultura para esconder los antiguos diablos de invasión, explotación y manipulación. En la colonización, la presencia europea se impuso por las armas, se instaló con sus infraestructuras administrativas y políticas y se organizó para explotar las riquezas del lugar. Colonizar equivalía a conquistar (¿quién llevo la guerra a África?) invertir lo necesario y obtener el mayor beneficio posible para la metrópoli. En cuanto a la civilización las cosas van en el mismo sentido. El Diccionario de la RAE dice que civilizar es sacar a algo o alguien de un estado bárbaro o salvaje, instruyéndole en las artes de la vida de modo que pueda progresar en la escala humana. Civilización es igual a instrucción y progreso. Pero los países colonizadores instruyeron al hombre africano solo lo necesario para hacer de él un instrumento útil para sus fines. Así, en su acceso a la independencia, la República del Congo no tenía ningún ciudadano con titulo universitario superior y la mayoría de los países independizados tuvieron que solicitar a antiguos seminaristas católicos para confiarles cargos políticos de importancia. En cuanto al progreso en la escala humana, la colonia dejó claros los límites. El apartheid no fue exclusivo de África del Sur. Las ciudades se construyeron de forma que los blancos estuviesen entre ellos, en las zonas privilegiadas, y los africanos “en los barrios indígenas”, desde donde se desplazaban todos los días a las zonas de los patronos miles de “boys”, jardineros, lavanderas, niñeras y demás mano de obra que hacía placentera la vida del colono. Había una “escala humana” para unos y otra para otros. Y puesto que hablamos de la noble tarea de civilización emprendida en África por Europa, no pasaremos por alto la “contribución” de este continente al desarrollo del arte africano... poniendo a salvo en los museos franceses, belgas, ingleses, máscaras, estatuillas, cerámica, utensilios y un largo etcétera de objetos traídos a la metrópoli al mismo tiempo que los cargamentos de ebano, cacao, café, cobre, oro y diamantes.

3. Un África mal liberada

Tomando como punto de partida la Conferencia de Berlín y como punto de llegada el año 1960, la aventura colonial duró 75 años. Los países colonizadores no se retiraron del continente de buen grado, sino forzados por las circunstancias. La presión de los jóvenes pueblos se hizo sentir. Los grandes motivos fueron, una vez más, la situación geopolítica mundial y los intereses económicos de los colonizadores. Estados Unidos, Rusia y sus países satélites respectivos tuvieron el mal gusto de tomar la costumbre de dirimir sus diferencias y defender sus intereses sobre las espaldas del Tercer Mundo, de forma muy notable en África. Las armas empezaron a circular en todo el continente, desde entonces hasta nuestros días (hoy se pueden encontrar en gran parte de las megápolis africanas un “Kalash” por cincuenta dólares). Las guerras llamadas de liberación empezaron a hundir sus garras en las sociedades africanas; Rusia apoyaba grupos revolucionarios en contra del imperialismo americano. La idílica África colonial se empezó a desgarrar y su explotación se convirtió en un lujo muy caro, tanto en personas como en finanzas. África dejó de ser un lugar placentero de explotación y aventura para convertirse en un lugar inseguro y desagradable. El slogan “África para los africanos” convirtió el continente para unos en cementerio y para otros en calvario. Se trataba de seguir teniendo acceso a sus riquezas, pero con menos gasto económico y político. Esta descolonización, por lo menos precipitada, dejó a África en manos de políticos inexpertos, sin ejercito, y sin cuadros formados para asumir la responsabilidad de la “res publica”, y lo que es peor, un tejido social inconsistente que se desgarraría con la explosión de las primeras tensiones étnicas, provocando las guerras que conocemos.

4. África y los predadores

El tiempo de las independencias va a inaugurar una nueva etapa en la historia africana. Con el neo-colonialismo, Europa aprendió a seguir enriqueciéndose con menos coste. El secreto consistía en poner y sostener regímenes que favoreciesen sus intereses y facilitasen la tarea de seguir drenando las materias primas hacia los puertos del norte. No se trata aquí de hacer un estudio profundo sobre la explotación de la que fueron victimas los países africanos. Yo sólo recuerdo cómo, en la época que viví en Kananga, los japoneses explotaban las minas de Kasumbalesa: excavaban el mineral, lo lavaban, lo ponían en trenes y se lo llevaban al Japón sin ningún otro tipo de elaboración. ¿Y qué decir del pequeño tren de Kamsar, en la República de Guinea, que transporta la bauxita de sus minas hasta las barrigas de los barcos que la llevan, sin mayor control, a Estados Unidos? ¿Y de los contubernios organizados por la petrolera Total en Angola, o de países donde el interés por el petróleo se mezcla con los dólares de la corrupción, las armas de la guerra y la sangre de las victimas? Les invito a leer el informe de la ONU sobre el saqueo de las materias primas del Congo por ruandeses y ugandeses y por multinacionales canadienses, americanas y australianas, algunas de las cuales financiaron la guerra de Ruanda.

5. Algunas reflexiones

Alguno puede considerar parcial la opinión aquí expuesta, desculpabilizadora para con África. No se trata de eximirla de sus responsabilidades. Todos somos conscientes de que nada de lo que pasa en este continente no hubiera podido tener lugar sin la complicidad de africanos, de políticos codiciosos y corruptos que actúan escondidos detrás de una pantalla patriotera, africanista, manipulando los nobles sentimientos de pertenencia, los patrimonios culturales, y el no menos noble sentimiento de identidad.

Solamente queremos dejar bien claros algunos puntos de importancia.

En primer lugar creo que hay que corregir la imagen de África transmitida por cierta prensa. 1. África no se resigna a ser el lugar natural de hambrunas, guerras, corrupción y derramamientos de sangre. 2. África tampoco se resigna a ver cómo se reduce su riqueza únicamente a sus materias primas. 3. Ante un Mundo Occidental que se construye para el disfrute de sus “estados de bienestar”, África se sabe portadora de valores de trascendencia (es raro, rarísimo, encontrar ateos en el continente, aunque podríamos discutir mucho sobre su experiencia religiosa). 4. Ante un Occidente replegado sobre sí mismo, celoso de su desarrollo, África es rica en acogida: el huésped es rey. 5. Ante un mundo occidental que hace abortar la vida en favor del placer y de la no-responsabilidad, África sigue considerando la vida como su valor primordial.

A nadie se le escapan las responsabilidades africanas citadas más arriba, pero habría que decir claramente que los africanos no son los únicos responsables de sus guerras. Un estudio serio nos obligaría a poner en evidencia el peso de las petroleras, traficantes de armas, los consorcios mineros y demás predadores del Continente africano. Habría, también, que enjuiciar la responsabilidad de Estados Unidos, Inglaterra, Francia y últimamente de China.

Y hablemos por fin de los cayucos. Uno tiene la impresión de que lo único que nos llega de África es gente hambrienta, que huye de sus países en guerra, para aprovecharse del bienestar que nosotros hemos construido durante tantos años de trabajo. Sin embargo, nadie nos habla de otros “cayucos”, los grandes navíos que surcan nuestros mares trayendo de todo: madera para nuestros muebles, coltán para nuestros teléfonos, cobre para nuestras instalaciones eléctricas, caucho para nuestros coches… Si se creasen empresas de elaboración y puestos de trabajo en el lugar de origen de estas materias, en Canarias tendríamos menos cayucos y en África habría menos hambre y menos guerras… Preguntémonos: ¿Qué pasaría si nuestra prensa diese una visión más completa de África? ¿Qué ocurriría si los políticos del norte dejasen de mirar a África únicamente como la reserva de filones a compartir y descubriesen personas, con raíces, valores y derechos a respetar y promover? ¿Y qué pasaría si las altas finanzas y las multinacionales aprendiesen, por lo menos, a enriquecerse enriqueciendo a los que las enriquecen? ¿Qué pasaría si…?

Mateo Aguirre

21 de octubre de 2008

EMPRESAS Y MODELOS SOLIDARIAS

Interesante artículo sobre las implicaciones que tiene detras un tipo de cooperación que quizás este demasiado de moda, que no se pregunta las causas de los problemas, y si se las pregunta, disimula muy bien sus dudas...muchos ejemplos hay como este que a todos se nos vienen a la cabeza.

Lejos de querer ser "mas papista que el papa", me parece que es para pensarlo. Da un poco de grima que se hable en una revista de moda a euro y medio en cualquier kiosko igual de un anillo de diamantes de tal duquesa, de la boda del año entre tal personaje mediatico y tal actriz famosa, y en la contrportada (cuando no en la portada) de temas tan importantes que los convierten en igual de frívolos que los anteriores. Es para pensarselo no?

La señorita blanca de la foto es Estefania Luyk, por lo visto modelo, por lo visto famosa y, sobre todo, madre. De la señorita negra, para variar, no sabemos nada de nada excepto que es madre. Antes de verano le preguntaron a la modelo qué planes tenía: "Tengo unas cosas muy bonitas, algo benéfico de Unicef muy bonito que voy a hacer en África".

Unicef financia su campaña de vacunación contra el tétanos neonatal, en la República Centroafricana, a través de un acuerdo con Dodot. Por cada envase de pañales o toallitas vendido, con los logos, la empresa paga una vacuna. La "cosita bonita" que tenía que hacer la señorita modelo era ejercer de "madrina" de la campaña de vacunación.

Para el reportaje fotográfico, imprecindible en las iniciativas de este tipo, la señorita blanca no se quitó su camiseta blanca donde el logo de Dodot estaba por encima, y más grande, que el de Unicef. Por supuesto el personaje y su viaje exigían una cobertura mediática a su medida. La entrevista de Semana despliega todos y cada uno de los estereotipos imaginables sobre África y sobre la ayuda y, por supuesto, invisibiliza las causas del conflicto político y social. Resumiendo se trata de ayudar que no nos cuesta nada, y nos hace sentirnos bien con nosotros mismos. Todo muy emocional, superficial y simplista. El tema género/maternidad...para flipar!

"Hasta allí viajó Estefanía Luyk, en calidad de Embajadora de Dodot, para conocer de primera mano la campaña de vacunación para la eliminación del tétanos neonatal del Gobierno de la República en la que colabora Unicef. Ya en Kaga Bandoro, al noreste del país, y después en Nana Outta, más al norte y en territorio rebelde, y en Ndomete, con Estefanía pudimos ver el hospital de la región y los puestos de salud donde, además de las largas colas que las mujeres hacían para recibir la vacuna, encontramos a niños enfermos de malaria, meningitis o malnutrición. Han sido unos días intensos, donde se entremezclan las emociones y que Estefanía tendrá durante mucho tiempo en su retina y en su corazón.

-¿Cuál ha sido la impresión de este viaje? Ha sido fantástico, una experiencia que no voy a olvidar en mi vida. Me ha gustado mucho la labor que hace Unicef y cómo tratan a la gente, lo humanos que son, si ellos no estuvieran estarían dejados de la mano de Dios. Me ha gustado ver todo el resultado de las vacunas que se consiguieron en la campaña pasada, como llegan a su destino.

-¿Ser madre te ha sensibilizado todavía más? Por supuesto que sí, los niños son lo más bonito del mundo. Ver que están sufriendo y que no tienen posibilidades de vida, porque a lo mejor no pueden acceder a una vacuna, que es una cosa tan simple para nosotros, es para sensibilizar a cualquiera.

-¿Cuál ha sido la historia que más te ha impresionado? Todo, de principio a fin. Me ha parecido muy interesante cómo nos admiraban por querer ayudarles, es bonito, te sientes muy bien. Me emocioné cuando en Kaga Bandoro fuimos a una comunidad y allí nos recibieron con una fiesta, las niñas bailando una danza de bienvenida y el Prefecto les habló de la importancia de vacunarse para la salud.

-¿Un viaje como este cambia de alguna forma los esquemas? Es algo que todo el mundo debería de ver, que la vida no es tan fácil y que hay gente a la que le gustaría tener unas mínimas, oportunidades. Si ellos por si mismo no pueden y necesitan ayuda, por qué no dársela cuando a nosotros no nos cuesta nada."

Triangulación total: empresa, modelo y agencia humanitaria. ¿Quién beneficia a quién? Madrina de Dodot, embajadora de buena voluntad de Unicef... ¿qué mas da? Europa Press titula: "Dodot y Unicef vacunan un millón de mujeres en República Centroafricana". Metro y Semana convierten a la modelo en "Embajadora de Dodot".

Dos cositas algo preocupantes...

a) Unicef ¿o se muere por falta de financiación o se diluye entre los logos de empresas?. Su marca, antes potente, y su título de "Embajador/a de buena voluntad", antes propio y prestigioso, ¿no pierden significación?.

b) La famosa y la revista del corazón son los que facilitan la rendición de cuentas, los que ven, comprueban, garantizan o explican la ayuda de Naciones Unidas. ¿Esa es la única estrategia de comunicación posible para llegar al "pueblo"?

19 de octubre de 2008

SUICIDIO MASIVO DE ALGODONEROS

Un artículo interesante que salió publicado hace un tiempo creo que en EL MUNDO...para que seamos conscientes como cada cosa que hacemos aqui, tiene implicaciones mucho más lejos que ni nos imaginamos...

Rameshwar ha seguido el ejemplo de 6.200 granjeros de la India: se suicidó. La ruina se instaló en sus vidas al comprar a una multinacional semillas que duplicaron los costes. Mientras, el precio del algodón bajaba un 50% «Pratibha, cásate de nuevo, por favor. Te voy a dejar sola». Encontraron la carta de despedida para su mujer en los bolsillos de Rameshwar Kuchankar, un campesino de 27 años que no pudo resistir las deudas y se suicidó en la región de Vidarbha, en el centro de la India. Rameshwar se bebió una bolsa de pesticidas, igual que han hecho ya otros 6.200 granjeros afectados por el mal del algodón, una ecuación que siempre se cumple: el precio de producción sube, pero el precio de venta cae.

En Vidarbha, las morgues aguardan la llegada de nuevas víctimas de las deudas. Los campesinos honran a los suicidas con guirnaldas de flores anaranjadas -color santo de los hindúes- y los envuelven en sábanas blancas hechas con el mismo algodón que les mata. La tradición dice que las mujeres deben llorar a distancia, mientras los hombres contemplan cómo el muerto arde. Si la muerte de los campesinos indios resulta más chocante es porque generaciones de pobreza y dificultades los han hecho especialmente duros. Pero la combinación de malas políticas agrarias, desinterés gubernamental y globalización a costa del Tercer Mundo están siendo demasiado. El suyo es, en parte, un suicidio asistido por Occidente. Las subvenciones millonarias que los Gobiernos ricos entregan a sus campesinos les permiten ir a los mercados internacionales con precios irrisorios. Vendan o no, ellos siempre tendrán asegurado el dinero público que garantiza a los políticos sus votos. Mientras sus políticos hablan de libre comercio y ayuda a los pobres, EEUU entrega miles de millones de euros a sus algodoneros. Un informe del Banco Mundial asegura que si esas subvenciones fueran cortadas, el precio del algodón subiría un 13% y campesinos pobres como Rameshwar podrían haber sacado lo suficiente para sobrevivir.

«Ibamos juntos al campo», cuenta tristemente a Crónica la campesina Babytai, de 45 años. Su marido, acosado por las deudas, se mató el pasado septiembre. Ella fue a por agua, como cada día, para mantener el cultivo de algodón. Y al volver, su marido se había bebido la caja de pesticidas. «La caja estaba vacía a su lado; él estaba sentado, con ganas de vomitar, y su boca olía a veneno». Chattersingh Vaidya tenía deudas por un valor de 50.000 rupias indias (unos 900 euros), por un crédito que le había pedido a su vecino, uno de los prestamistas que hacen el agosto con los campesinos del algodón, a quienes cobran intereses abusivos. Vaidya no podía hacer frente al crédito y además tenía que pagar la dote de su hija, una muchacha de 18 años que, según la madre, ya está entrada en edad para casarse. Así que Chattersingh se bebió los pesticidas.

DEUDAS QUE MATAN

¿Casos típicos? Pues sí. De acuerdo con Kishor Tiwari, líder del grupo activista regional Vidarbha Jan Andolan Samiti (VJAS, Foro de Protesta del Pueblo de Vidarbha), «los suicidios ocurren normalmente en familias endeudadas, con una hija que debe casarse o una grave enfermedad». Los suicidios del campo saltaron a las noticias por primera vez en 2001, pero el verdadero drama de Vidarbha comenzó en julio de 2005. Cuando el Gobierno de Maharashtra, el Estado indio donde se encuentra la zona, aprobó la introducción de nuevas semillas de cultivo con modificaciones genéticas: la variedad BT, según las autoridades, más eficaz y resistente. Y los campesinos, empujados por la publicidad, se acogieron a las nuevas semillas. Mal hecho. «Los costes para mantener los cultivos de algodón en semilla BT son un 100% mayores que las tradicionales. Y, mientras tanto, el precio de venta del algodón ha bajado un 50%. Es decir, que el campesino paga el doble y recibe la mitad que hace una década», dice a Tiwari. A la injusticia del comercio internacional se sumaba la negligencia doméstica. Esa es la ecuación que lleva al suicidio. Además, paralelamente, el Gobierno decidió retirar los subsidios agrícolas para los campesinos. Sin los fondos de países como EEUU, Nueva Delhi dijo no poder mantenerlos. Antes de esa medida, la autoridad regional que monopoliza la compra de algodón solía adquirir la materia prima a los agricultores por 45,2 euros por quintal (46 Kg). Y ahora, dice Tiwari, por 30,7 euros. El campesino está perdiendo. Desde la Revolución Verde -una intensa campaña de modernización agrícola puesta en marcha en el país en los años 60 y 70-, la India no había vivido una crisis agraria de raíces tan profundas como la que sufren los campesinos de Vidarbha, que tienen que acudir a prestamistas privados porque los bancos se niegan a concederles créditos.

POBRES ENTRE RICOS

El país presume estos años de su economía dinámica. Decenas de millones de habitantes de las ciudades están dejando la pobreza y formando una nueva clase media que llena los centros comerciales de ciudades como Mumbay o Chennai. Los multimillonarios han irrumpido en las listas de los más ricos que elabora la revista Forbes y los periódicos están llenos de historias de éxitos. Pero la agricultura, de la que vive la mayoría de la población, hace de la India el país con más pobres del mundo. Vidarbha es un ejemplo: los pozos son manuales; las mujeres cargan pesados fardos en un terreno pedregoso y antipático. «Contemplamos una inversión de 250.000 millones de rupias (en euros, unos 4.520 millones)». Son palabras de Manmohan Singh, el primer ministro, en su discurso pronunciado el 15 de agosto con motivo del 60 aniversario de la independencia. Según el periodista indio Jaideep Hardikar, que ha estudiado a fondo los problemas que sufre Vidarbha, en la zona hay unos ocho millones de personas que dependen del campo. Y, entre ellas, 300.000 familias están en una situación de lo que el Gobierno denomina «angustia aguda». Es decir, en riesgo de suicidio. Los campesinos ya sólo encuentran caras semillas transgénicas, y cambiar de cultivo resulta demasiado caro. Por otra parte, el Gobierno indio ha concedido la licencia a la multinacional Monsanto para explotar las semillas de la variedad BT. «¿Dónde está el sentido?», se pregunta Tiwari. «La semilla BT necesita irrigaciones para funcionar bien. Pero en Vidarbha, el agua no alcanzan siquiera el 5% del terreno cultivable. Aquí el uso de la semilla viene de las presiones que EEUU y Monsanto han ejercido sobre la India. Y mientras, los campesinos entran en bancarrota».

Fueron los occidentales -en concreto los británicos- quienes introdujeron las granjas de algodón en la India en el siglo XIX. El trabajo en condiciones de esclavitud servía para enviar a Europa y EEUU la ropa que vestía a las clases altas en una época donde nadie se paraba a pensar de dónde venían o quién estaba detrás del material utilizado. El hecho de que la vida de aquellos primeros campesinos del algodón no haya apenas cambiado es para muchos la prueba de hasta qué punto el comercio mundial sigue diseñado para beneficio de los ricos. Babytaila, sin embargo, no entiende de política. Bastante tiene con salvar sus apenas dos hectáreas y sacar adelante a sus tres hijos (16, 18 y 22 años) desde que Chattersingh se bebió el veneno. Está desesperada. «Se necesitan 15.000 rupias al año (unos 270 euros) para mantener el cultivo, y recibimos menos de lo que gastamos». Por el momento, la campesina está a la espera de las promesas de ayuda del Gobierno, mientras intenta sobrevivir trabajando junto a su hija, ya casada, como jornalera de otro campesino más rico. ¿El salario? «Con lo que ganamos las dos, 30 rupias al día, en total poco más de un euro diario, mi hijo puede quedarse cuidando nuestro campo. El nuevo algodón crecerá para dar sentido a la ecuación de Vidarbha -precio de producción, sube; precio de venta, cae- con la misma cadencia que ha abocado al suicidio a miles de campesinos y ha sembrado de miseria y muerte los campos. En Vidarbha, los suicidas se van pero la desesperación se queda, y con ella las cartas de despedida. «Pratibha, cásate de nuevo, por favor. Te voy a dejar sola».

13 de octubre de 2008

POLÍTICA EXTERIOR DEL PSOE

Artículo muy interesante de Santiago Alba Rico sobre lo que ha pasado en España en materia de política exterior en estos cuatro años de gobierno español de izquierdas...

¿los mismos perros con distinto collar?

Como es sabido, los prestidigitadores ejecutan una serie de pases mágicos –enormes garabatos en el aire– para ocultar y al mismo tiempo anunciar, por debajo de nuestro campo de visión, el cambio rapidísimo que arrancará nuestros aplausos. Sólo un reduccionismo demagógico puede negar la discontinuidad de la política exterior de Zapatero respecto de la de su predecesor en el Gobierno, pero sólo la ingenuidad interesada de un tifoso podría dejar de percibir que esta discontinuidad tiene que ver sobre todo con la pompa de la magia. En este terreno, como en otros, no se sabe qué asombra más, si la prometedora y excitante teatralidad de los pases de mano del PSOE o el hecho de descubrir, al inclinar la mirada, que todo sigue igual.

No desdeñemos esta magia como simplemente retórica o tramposa ; hace falta mucho menos poder taumatúrgico para transformar un pañuelo que para transformar a los espectadores (que es lo que hacen en realidad los magos), y lo cierto es que los pases grandilocuentes del PSOE, que mantienen inalterado el Gobierno, han cambiado radicalmente –oh– a los gobernados : de las movilizaciones populares contra la guerra que estuvieron en el origen del vuelco electoral del 14-M, cuatro años después no queda nada. La diferencia entre el PP y el PSOE, por tanto, no es sólo formal, salvo que aceptemos que las formas (el llamado “talante”) son precisamente las que determinan las respuestas del público frente al escenario ; la diferencia muy material y mensurable entre la política exterior del PP y la del PSOE es que la del primero generaba protestas y movilizaciones y la del segundo no. Hay magos que consiguen hacer desaparecer un conejo dentro de un sombrero mientras el público aplaude ; el PSOE, mucho más eficaz, ha hecho desaparecer al público mismo cuando empezaba a alborotar.

Por debajo del vuelo de las manos, la política exterior del PSOE en los últimos cuatro años no ha hecho sino embragar los dos ejes centrales del anterior Gobierno : claudicación ante EE UU en el marco de la ‘guerra contra el terrorismo’ y defensa a ultranza de los intereses de las empresas españolas. La retirada de las tropas de Iraq fue el gesto de ruptura temprano y espectacular que exigió luego –o permitió, según atribuyamos mayor o menor complacencia a Zapatero– una colaboración aumentada, aunque más discreta, en la guerra mundial contra la justicia encabezada por EE UU. En agosto de 2004 el Gobierno aumentó el número de soldados españoles desplazados al Afganistán ocupado, y en junio del 2005 involucró a España en misiones desnudamente militares al aceptar la gestión de la base de Herat, todo ello al servicio de los intereses estadounidenses en la zona y contra la voluntad de la población. A finales del mismo 2004, el Gobierno de Zapatero mandó también 200 soldados a Haití para apoyar, bajo el paraguas de la ONU, el golpe de Estado franco-estadounidense contra el presidente Aristide. Desde septiembre de 2006, 1.100 militares españoles operan asimismo en el sur del Líbano en una misión concebida para proteger al agresor israelí y controlar y desarmar la legítima resistencia de Hezbolá.

Al mismo tiempo, el Gobierno del PSOE ha continuado su colaboración con los EE UU en Iraq a través de sus servicios secretos y mediante la formación en España de cuadros militares, policiales y diplomáticos de la Administración colaboracionista iraquí. Invocar la letra de la “legalidad internacional” en estos casos sólo contribuye a dañar aún más su espíritu, muy degradado ya a los ojos de quienes deberían sentirse protegidos por él ; y oculta, además, la violación abierta de esa legalidad en otros escenarios. Basta pensar en los 25 ‘vuelos de la CIA’ –tres más que bajo el gobierno Aznar– consentidos por el PSOE desde el año 2004 o en el apoyo incondicional de Zapatero al actual plusmarquista mundial de cortes de manga a las Naciones Unidas, Israel, al que recompensamos generosamente por cada palestino encarcelado, torturado o asesinado, tal y como orgullosamente confesó el ministro Moratinos el pasado mes de noviembre : “Nuestro compromiso en favor de Israel es absoluto y total”.

La visita de Condoleeza Rice a Madrid en mayo de 2007 rubricó la “reconciliación” entre el PSOE y EEUU y restauró un nuevo espíritu de colaboración también en la díscola Latinoamérica. El consenso de una política común frente a Cuba y Venezuela y en sostén de la dictadura colombiana se explica asimismo por la creciente recolonización económica española del “patio de atrás” estadounidense. La política del Gobierno Zapatero en Latinoamérica, en efecto, ha girado en torno a la defensa de los intereses de las empresas españolas, a despecho del perjuicio ocasionado a las poblaciones locales o incluso de los delitos cometidos, y esto según el principio expresado por el propio Moratinos el 10 de marzo de 2006 en el marco del contencioso entre Repsol y el Gobierno de Evo Morales : “No podemos aceptar que la imagen de una compañía española se vea afectada por este tipo de actitudes”. Más allá de los modales y los exabruptos, la polémica clausura de la reciente Cumbre Iberoamericana de Chile dejó clara la convergencia de intereses entre PP, PSOE y la corona española : los beneficios de Repsol, Unión Fenosa, Iberdrola, Banco de Santander, BBVA, etc., están por encima de los DD HH y de la rivalidad entre los partidos.

Añadamos a este cuadro la iniciativa que, desde mayo de 2006 y mediante el llamado Plan África, asocia la cooperación económica y militar en el continente africano a la contención de la inmigración. Los acuerdos con Senegal, Mauritania, Marruecos y Libia señalan hasta qué punto las relaciones españolas –y europeas– con nuestros empobrecidos vecinos pivotan en torno a la gestión a larga distancia y sin mancharse las manos del nuevo tráfico ‘negrero’. Se necesitaba toda la magia del prestidigitador para transformar al ciudadano sin transformar la política. El gran pase de manos que anuncia y desmiente la discontinuidad –entre el PSOE y el PP– se resume en la iniciativa astral de la política exterior de Zapatero : esa “alianza de civilizaciones” que conserva el fraudulento y teológico concepto de “civilización” como marco de explicación (para no tener que abordar las causas políticas y económicas de los conflictos) y que quiere hacer creer que cree que los pueblos masacrados aceptarán mejor los bombardeos y los saqueos si se los explicamos bien y deshacemos con buenas palabras la “ilusión” de su dolor y de su miseria. Y si encomendamos esta labor de hipnosis –claro– a los mismos dictadores aliados por mediación de los cuales privamos a medio mundo del derecho a una vida digna –cuando no de una vida a secas

El Sáhara abandonado ABDESLAM OMAR LAHSEN (PRESIDENTE DE AFAPREDESA)

Desde la llegada de los socialistas al poder, la política exterior cambió bruscamente de la tradicional postura de apoyo al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui mediante la celebración de un referéndum libre y democrático. El propio Moratinos subrayó, el 11 de julio de 2004 que “celebrar un referéndum en el Sáhara provocaría una grave crisis generalizada en el Norte de África”. La nueva política exterior en cuanto al Sáhara quedaría definitivamente plasmada con la votación de España y Francia con Marruecos en la Asamblea General de Naciones Unidas en octubre del mismo año así como las declaraciones del propio Zapatero elogiando la propuesta autonomista de Marruecos en varias ocasiones. La postura del nuevo Gobierno español fue y sigue siendo de complacencia con el reino alauita en lo referente a los derechos humanos y la grave situación que vive la población civil saharaui sobre todo desde el inicio de la Intifada por la Independencia en mayo de 2005

7 de octubre de 2008

ENHORABUENA ESPAÑOLES!!!!

Un artículo muy interesante, ya podemos decir que formamos parte de los ocho paises que "más algo" hacen en el mundo.

¡¡¡ENHORABUENA ESPAÑOLES!!!

España vendió hasta 2007 armamento a países en conflicto o que destinan más recursos al gasto militar que al desarrollo humano, incumpliendo la ley aprobada a finales del mismo año. Lo cuenta un informe de Justícia i Pau

Tras diez años de presión, en diciembre del año pasado el Senado aprobó definitivamente la Ley de Comercio de Armas. Según la campaña Armas Bajo Control, fue "un avance importante para poner fin al enorme coste humano que tienen las transferencias irresponsables de armas", ya que, advirtieron, "el comercio descontrolado de armas causa en el mundo una muerte cada minuto".
Pero la ONG catalana Justícia i Pau presentó el pasado día 3 su informe sobre el comercio de armamento español entre 1997 y 2007, hecho junto al Centro de Estudios por la Paz Josep Maria Delàs, con datos muy negativos.

España es ya el octavo país del mundo en venta de armamento a países en conflicto o que destinan más recursos al gasto militar que al desarrollo humano, como Colombia, Israel y Ghana."La tendencia continúa al alza desde del 2002 aunque no es exclusiva de España, sino que se da a nivel mundial", explicó la vicepresidenta de Justícia i Pau, Tica Font, durante la presentación del informe, elaborado a partir de los datos facilitados por el Ministerio de Defensa. Hace tan sólo unos meses, Font presentó el informe de 1997 a 2006. Los últimos datos recabados sobre la actividad en 2007 confirman el negativo panorama que el Gobierno deberá tratar de invertir ahora que existe la Ley de Comercio de Armas. España es el responsable del 2,19% de las exportaciones mundiales de material de defensa, aunque para la economía española sólo supone el 0,51%, por lo que "el Gobierno perfectamente podría decidir producirlo pero no exportarlo" sin afectar a la situación economía, señaló Font.

A su entender, si no se prescinde de las exportaciones "es más que por razones económicas, por voluntades políticas". El año pasado, se ingresaron 933 millones de euros --un 10% más que el año anterior y cinco veces más que en 1998-- gracias a las exportaciones, de las que el 35% se realizaron a países en conflicto o en situaciones de tensión, que participan en guerras o que invierten más en defensa que en políticas sociales. Países vetados por la Ley de Exportación de Armas, que también prohíbe --"con excepciones"-- la venta a países sancionados por la ONU y la Unión Europea, aquellos que no respeten los derechos humanos, que no condenen el terrorismo ni los que tengan un nivel de bienestar "delicado". Sin embargo, España vende armas a Turquía, Angola, Sri Lanka, Pakistán y Kenia, entre otros, por lo que "el espíritu de la ley se está vulnerando con las exportaciones a estos países", señaló Font. Las principales exportaciones realizadas entre 1998 y 2007 fueron aeronaves (32%) y barcos (29%), mientras que el 11% correspondió a la venta de combustibles y explosivos, como bombas incendiarias, torpedos, mísiles o bombas de racimo, aunque las empresas españolas dejarán de producir y comercializar estas últimas a finales de año, cuando España suscriba el tratado de la ONU contra este tipo de armamento.

No obstante, el Ministerio sólo indica a que categoría pertenecen las armas que se venden, sin especificar qué tipo de material militar es ni quién es el productor ni el comprador. Justícia i Pau critica que las exportaciones armamentísticas estén sometidas a la Ley de Secretos Oficiales, que dificulta la información. En la misma línea, la vicepresidenta de Justícia i Pau explicó que según el Ministerio no se vende material militar a Ghana --situada en una región conflictiva--, pero sí constan entre tres y cuatro millones de euros en concepto de tales transacciones en los registros aduaneros. Otra de las cuestiones que preocupan a Font es que España venda material de defensa de hasta la categoría cuatro --que incluye ametralladoras y misiles-- a empresas privadas para uso privado. Si se confirman sus sospechas significará que "España entra a participar en la privatización de la guerra y el fomento de los ejércitos de mercenarios".

2 de octubre de 2008

DEMAGOGIA O REALISMO???

Pedazo de artículo, de Santiago Alba Rico, no dejeis de leerlo...

Informe de la FAO

30.000 millones para paliar el hambre

Informe del FMI

180.000 millones para que los bancos sigan robando y para que la gente pueda seguir especulando en bolsa

La crisis del capitalismo. Demagogia y realismo

El mismo día en que la FAO informa de que el hambre afecta ya a casi 1.000 millones de seres humanos y valora en 30.000 millones de dólares la ayuda necesaria para salvar sus vidas, la acción concertada de seis bancos centrales (EEUU, UE, Japón, Canadá, Inglaterra y Suiza), inyecta 180.000 millones de dólares en los mercados financieros para salvar a los bancos privados.

Frente a un dato como éste sólo caben dos alternativas: o somos demagógicos o somos realistas.

Si invoco la ley natural de la oferta y la demanda y digo que en el mundo hay mucha más demanda de pan que de operaciones de cirugía estética y mucha más de alivios contra la malaria que de vestidos de alta costura (y mucha más también de viviendas que de créditos hipotecarios); si reclamo un referéndum kantiano que pregunte a los ciudadanos europeos si prefieren destinar las reservas monetarias de su país a salvar vidas o a salvar bancos, estoy siendo sin duda demagógico.

Si, contra la razón y la ética, acepto que es más urgente, más necesario, más conveniente, más eficaz, más provechoso para la humanidad, impedir la ruina de una aseguradora y la quiebra de una institución bancaria que dar de comer a miles de niños, socorrer a las víctimas de un huracán o curar el dengue, entonces estoy siendo realista.

No hay en mis palabras ni una brizna de ironía. Las cosas son así: una verdad redonda que no consiente aplicación es demagógica; una monstruosidad puntiaguda que no admite alternativa es realista. Para tener mucho o tener poco –o incluso para tener sólo las ganas de tener algo- hay que dejar de lado todas las redondeces y aceptar todas las puntas y todos los pinchos. La minoría organizada que gestiona el capitalismo –ministros, banqueros, ejecutivos multinacionales, corredores de bolsa y periodistas económicos- puede invocar a Hayek con arrogancia en momentos de bonanza y exigir con aplomo la intervención del Estado cuando está a punto de despeñarse porque sabe que su impunidad es proporcional a nuestra dependencia. Por eso mismo -admitámoslo- los ciudadanos europeos convocados a un hipotético referéndum kantiano ("el banco o la vida") responderíamos sin duda con realismo a favor de los bancos, conscientes de que todo lo que nos importa –desde el abrazo de nuestras novias hasta la sonrisa de nuestros niños- es una concesión suya. La minoría organizada que nos gobierna ha tomado como rehén a la humanidad y, si no acudimos en ayuda de los secuestradores, puede ahora rematarnos a todos. Para una humanidad cautiva es realista ceder al chantaje y dejar a un lado la verdad, la compasión, la sensibilidad, la solidaridad. Un sistema que, cuando las cosas van bien, mata de hambre a 1.000 millones de personas y que si van mal puede acabar con todo el resto, es un sistema no sólo moral sino también económicamente fracasado. En esto tiene razón el periodista Iñaki Gabilondo y es bueno, casi ya revolucionario, que lo escuche mucha gente [1]. Pero se equivoca al evocar la caída del Muro de Berlín, por muy retóricamente eficaz que sea la ocurrencia, porque si algo tuvo que ver el capitalismo en la derrota de la Unión Soviética, no puede decirse que la Unión Soviética –ya desaparecida- sea la causa de la agonía capitalista. El capitalismo, sencillamente, no funciona.

Hay algo hermoso, emocionante y precursor en el hecho de que seis Estados poderosos hayan coordinado una acción concertada para intervenir masivamente en la economía: eso es lo que se llama "planificación". En tiempos de Marx, el capitalismo era sólo "una excepción en algunas regiones del planeta" y, si ha llegado a cubrir el conjunto de la superficie del globo, ha sido gracias a una permanente intervención estatal, a una "planificación" ininterrumpida que combinaba y combina los desalojos de tierras, las acciones armadas, las medidas proteccionistas, los golpes de Estado y los acuerdos internacionales. Nunca a lo largo de la historia un experimento económico ha dispuesto de medios más poderosos ni de condiciones más favorables para demostrar su superioridad. En los últimos sesenta años, la minoría organizada que gestiona el capitalismo global se ha visto apoyada, a una escala sin precedentes, por toda una serie de instituciones internacionales (el FMI, el Banco Mundial, la OMC, el G-8, etc.) que han excogitado en libertad, y aplicado contra todos los obstáculos, políticas de liberalización y privatización de la economía mundial.

Después de 200 años de existencia libre, apoyado, defendido, apuntalado por todos los poderes y todas las instituciones de la tierra, el trasto viejo y homicida nos ha traído hasta aquí: 1.000 millones de seres humanos se están muriendo de hambre y, si no corremos ahora a socorrer a los culpables, los demás quizás acabemos enterrados con los más pobres después de habernos matado unos a otros.

Parece, pues, que planificar para salvar bancos y aseguradoras no sirve.

¿Y planificar para salvar vidas? Esto no lo hemos probado aún. Capitalismo y socialismo no se retaron en mundos paralelos y en igualdad de condiciones, cada uno en su laboratorio desinfectado y puro, sino que el socialismo nació contra el capitalismo histórico, para defenderse de él, y nunca ha fracasado porque nunca ha tenido ni medios ni apoyos para poner a prueba su modelo. Lo poco que intuimos en la actualidad es más bien esperanzador: a partir de una historia semejante de colonialismo y subdesarrollo, el socialismo ha hecho mucho más por Cuba que el capitalismo por Haití o el Congo. Cuando se habla de "socialismo en un solo país" se olvida que igualmente imposible es "el capitalismo en un solo país" y que por eso se ha dotado de una musculosa organización internacional capaz de penetrar todos los rincones y todas las relaciones. ¿Qué pasaría si la ONU decidiese aplicar su carta de DDHH y de Derechos Sociales? ¿Si la FAO la dirigiese un socialista cubano? ¿Si el modelo de intercambio comercial fuera el ALBA y no la OMC? ¿Si el Banco del Sur fuese tan potente como el F.M.I? ¿Si todas las instituciones internacionales impusiesen a los díscolos capitalistas programas de ajuste estructural orientados a aumentar el gasto público, nacionalizar los recursos básicos y proteger los derechos sociales y laborales? ¿Si seis bancos centrales de Estados poderosos interviniesen masivamente para garantizar las ventajas del socialismo, amenazadas por un huracán? Podemos decir que la minoría organizada que gestiona el capitalismo no lo permitirá, pero no podemos decir que no funcionaría.

Cuba es el único país del mundo en el que, incluso después de un ciclón que ha destruido el 15% de sus viviendas, lo realista sigue siendo salvar vidas y lo demagógico robarle la comida a un hermano. En EEUU, tras el paso del mismo ciclón, lo realista es que la fiscalía de Texas monte un dispositivo para proteger de los delincuentes sexuales a las víctimas de la catástrofe y lo demagógico es pedir ayuda económica al gobierno. Ahora Iñaki Gabilondo se lo ha dicho a millones de españoles que creían esto eterno y natural: planificar para salvar bancos no sirve. ¿Y planificar para salvar vidas? Es el único medio que existe para que el realismo deje de ser criminal y la verdad, la compasión y la solidaridad dejen de ser demagógicas.

[1] Véase la noticia: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=72951&titular=i%F1aki-gabilondo:-%22el-modelo-econ%F3mico-vigente-ha-fracasado%22-

1 de octubre de 2008

¡¡¡TIENE QUE LLOVER!!!

Gran canción que tiene mucha vigencia hoy en día, aunque fuera compuesta hace tiempo

Que la disfruteis...

Tú y yo muchacha estamos hechos de nubes pero ¿quién nos ata? pero ¿quién nos ata? Dame la mano y vamos a sentarnos bajo cualquier estatua bajo cualquier estatua que es tiempo de vivir y de soñar y de creer que tiene que llover, tiene que llover, ¡tiene que llover! que tiene que llover a cántaros.

Estamos amasados con libertad, muchacha, pero ¿quién nos ata? pero ¿quién nos ata? Ten tu barro dispuesto, elegido tu sitio preparada tu marcha preparada tu marcha Hay que doler de la vida hasta creer que tiene que llover, tiene que llover, ¡tiene que llover! que tiene que llover a cántaros.

Ellos seguirán dormidos en sus cuentas corrientes de seguridad. Planearán vender la vida y la muerte y la paz. ¿Le pongo diez metros, en cómodos plazos, de felicidad?

Pero tú y yo sabemos que hay señales que anuncian que la siesta se acaba que la siesta se acaba y que una lluvia fuerte sin bioenzimas, claro, limpiará nuestra casa limpiará nuestra casa Hay que doler de la vida hasta creer que tiene que llover, tiene que llover, ¡tiene que llover! que tiene que llover a cántaros.