23 de octubre de 2009

Marlene, escapada del infierno

He leido esta historia en la pagina de AfricaFundación, y al terminar de leerla no he podido sino pensar en tanta gente que vive situaciones como esta, y que por desgracia no acaban bien. Podríamos caer en el error de pensar que esta historia es una historia triste, desgraciada, pero al fin y al cabo, excepcional.

Quizás en "nuestro" mundo enjaulado llamado primero, sea así, y esta historia podría encabezar las portadas de los programas de sucesos de los viernes por la tarde. Iría seguida de multiples expresiones como "hay que ver" o "es increible" o "como es posible". Pero en el mundo real, llamado tercero, el que engloba al 80% de la población mundial, esta historia no es rara. Y no va seguida de exclamaciones indignadas, quizás porque ya son demasiado comunes y frecuentes como para sorprenderse...en fin, aqui la dejo para que veamos qué es lo que está pasando en el mundo real

Esta niña se llama Marlene y tiene 14 años y medio

Vive en la diócesis de Bangassou (República Centroafricana) a donde acaba de volver, escapándose literalmente del infierno. Este infierno es la selva, en la que ha vivido desde que fue raptada de su hogar a los 13 años. Los luciferes de turno son soldados de una guerrilla que se hace llamar la LRA. Cuando Joseph Kony fundó este grupo en el norte de Uganda hacia 1980, parecía un movimiento de liberación. Luego se convirtió en una auténtica pesadilla de crímenes, saqueos y violaciones en masa, raptando miles de niños y niñas, pisoteando los derechos fundamentales de civiles inocentes y matando también al último puñado de mártires de la familia comboniana, todos sacerdotes, entre los años 1980 y 2000. Entonces el ejército regular los expulsó hacia el sur del Sudán, donde tuvieron su santuario algunos años hasta que de allí los expulsaron hacia el parque nacional de Garamba, en el Congo, 12.000 km de sabana arboreada y selva tropical. Varios intentos por firmar la paz resultaron fallidos y Kony se ha vengado de los ataques del ejército ugandés y congolés masacrando civiles indefensos. Es una de las caras más asquerosas del continente africano.

En marzo de 2008, un centenar de soldados entraron en Obo al este de la República Centroafricana, la que fue mi primera misión durante 7 años. Como ya he contado a menudo, aquella noche horrorosa saquearon cientos de graneros, violaron mujeres por turnos de tres o cuatro soldados, en sus propias camas, y sembraron la desesperación, dejando decenas de familias en llanto. Las huellas de las botas embarradas de aquellos brutos mancharon, no solo las sábanas de aquellas familias, sino que mancillaron el honor de toda la población. Aquella noche se llevaron a Marlene. La ataron por la cintura a un rollo de cuerda junto con otros muchos jóvenes de Obo, le pusieron un saco con 25 kilos de mandioca en la cabeza y empezó su calvario con el LRA. En la foto, bajo los delicados moñiclis trenzados en su cabeza, dormirán pesadillas y violencias infames, golpes y agresiones que una niña con trece años no podría digerir. Se tragó 15 días de marcha y también la muerte de algunos secuestrados que no aguantaron el ritmo y los remataron a machetazos, al más puro estilo de “Hotel Ruanda”. Un año y medio de horror, 18 meses dando bandazos por la selva, soñando con la comida de su madre Jeannine, haciendo de muro humano cuando los helicópteros ugandeses lanzaban misiles contra el campamento de Kony sorteando los árboles de Garamba o yaciendo en el suelo atada a un árbol fingiendo dormir mientras alguien abusaba de otra muchacha atada a su mismo árbol. Pero lavando la ropa de los soldados o cuidando de los niños del “boss” de alma metalizada, Marlene resistió, como dice la canción: “para seguir viviendo”. Sobrevivió a transfusiones de muerte viendo a sus compañeros de clase, secuestrados como ella, con una AK-47 en los brazos, entrenándose para la guerra.

Cuando le hice esta foto, le dije que sonriera. Hizo de tripas corazón y sus ojos brillaron. Pero en ellos, detrás de sus pupilas, se esconden 540 días de esclavitud, lejos de casa, noches huérfanas de malarias inclementes que la vaciaban de fuerza desangrando su resistencia. Allí en la selva, rodeada de fanáticos homicidas, empezaron a crecerle los senos, a la vista de todos, en público, pues en el LRA una esclava no podía tener intimidad. Empezó a ser mujer lejos de su madre y tal vez esto fue lo que le dio las luces para intentar la fuga por tercera vez. Volvió a Obo en el mes de Julio pasado, después de caminar 10 días por la selva, llagados los pies pero viva, en estado de shock y desenraizada, con una llaga tropical abierta en el pómulo de su cara. Su madre se desvivió para alimentarla, para abrazarla por las noches cuando gritaba o para consolarla durante sus largos silencios. El LRA llegó a Obo un mes después y empezaron desde cero la cuenta de saqueos, violencias, robos y brutalidades. Aún siguen allí. Hace unos días quemaron con gasolina un coche de una ONG italiana y mataron al chófer africano y a su ayudante. Así el nombre de Obo apareció en Internet, porque era algo relacionado con Italia. Pero Obo y sus alrededores viven así, 15.000 seres hambrientos y asustados, desde hace meses y los muertos son muchos más que los dos desafortunados de la ONG. Tuve que sacar a las monjas de aquel infierno pero los sacerdotes centroafricanos se quedaron para dar ánimo y fortaleza a la población, no huyeron en marzo del 2008 y siguen allí, como columnas de bronce, en octubre del 2009.

Al final Jeannine me escribió para que Marlene viniera a Bangassou, a un centro de chicas estudiantes cerca de la Catedral financiado por unos amigos de Antequera. Llegó de noche, mientras un nuevo grupo de oftalmólogos operaba las últimas cataratas del día. Un mes después, con sus cabellos trenzados y el uniforme negro-amarillo de la escuela de la catedral, Marlene empieza a sonreír, a contar tímidamente sus desventuras y a ser una persona como las demás.

Bangassou, 19 de octubre de 2009. Mons. Juan José Aguirre Obispo de Bangassou

20 de septiembre de 2009

I´m yours...(Jason Mraz)

Bonita canción que no paro de escuchar estos días...

19 de septiembre de 2009

EN UNA TAZA DE CAFE...

Un articulo corto, conciso, pero que dice una gran verdad...siempre podemos echar la culpa y despotricar contra las grandes empresas, pero en verdad de cada uno de nosotros, en cada uno de nuestros gestos, en cada una de nuestras acciones de cada uno de nuestros días, depende.

Enrique Uldemolins Frontera Azul 06/08/2007

Detrás de cada una de las 690 tazas de café que en promedio nos bebemos todos los años los españoles, hay algo más que una aromática infusión. Está tan enraizado en nuestra vida cotidiana el acto casi automático de pedir un café en la barra de un bar, sacarlo de una máquina o preparárnoslo en casa, que rara vez nos preguntamos cosas sobre el producto que tenemos en las manos... Cuando estos días de verano más propicios al haraganeo se pida un café, solo o con hielo, cortado o con leche, mientras disuelve el azúcar o saborea su infusión, cierre los ojos un momento y piense que detrás de las aproximadamente 29.000 millones de tazas de café que nos bebemos cada año en nuestro país hay alrededor de 25 millones de personas en el mundo que se dedican de manera principal o exclusiva a producir esos seis millones de toneladas de grano que hacen falta para llenar nuestra taza.

Para producir ese café que usted tiene delante suyo hay once millones de hectáreas de tierra que se dedican en exclusiva a ese uso (algo así como si Suiza, Bélgica y Holanda fueran una inmensa plantación de este arbusto). Tradicionalmente el cultivo del café se hacía recreando las condiciones del hábitat natural: amparado bajo la sombra de un bosque autóctono y aprovechando el ciclo de nutrientes del propio ecosistema. Este sistema de cultivo tradicional, aún modificando los espacios naturales, mantenía una gran cantidad de fauna y flora, incluyendo especies de pájaros migratorios, mamíferos, especies de árboles... un gran diversidad. Esta forma de producción del café se ha visto alterada por la modernización agrícola que ha generalizado sistemas de cultivo a partir de variedades de café de alta productividad, cultivados al sol y con un uso intensivo de productos químicos. Si desde el punto de vista de la naturaleza el monocultivo acaba con la biodiversidad de los cultivos tradicionales, socialmente, este sistema de producción abre cada vez más la brecha entre los pequeños propietarios y los grandes cultivadores, impulsando un proceso de concentración de la propiedad y forzando a un número creciente de personas que habían hecho del café su forma de vida a buscar nuevas alternativas de subsistencia. Todo ello, en un tiempo rápido y sin redes de protección social que puedan suavizar los procesos de adaptación.

El asunto es que, si queremos, se puede revertir la situación y convertir nuestros gestos cotidianos y triviales en pequeños pasos hacia un mundo diferente. Podemos empezar a construirlo si nos aseguramos que el café que contiene nuestra taza, por nuestro propio interés, es un café de calidad, bueno en todos los sentidos; tiene un origen artesano, producido con técnicas tradicionales; es orgánico, lo que supone que no lo han tratado con productos químicos durante su producción; ha crecido a la sombra de algún bosque tropical y es justo porque en su producción se han tenido en cuenta los intereses y los derechos del productor. ¿Complicado? Menos de lo que parece. Si cuando va tomarse un café pide que este sea “de comercio justo” o un “café sostenible” estará contribuyendo a revertir el deterioro del medio ambiente global y aportando su gesto solidario para construir un mundo más sostenible. Disfrute de su café. A conciencia

11 de septiembre de 2009

AYUDA A AFRICA...

Una entrevista interesante, del Portal Africa Fundación...dá que pensar y que reflexionar...

Entrevista a Dambisa Moyo: ¿Por qué se debe detener la ayuda a África?

Dambisa Moyo, nacida en Zambia pero educada en Oxford y Harvard, era una cara de mujer negra poco común en el mundo de las altas finanzas. Ahora, tras la publicación de su libro, Dead Aid, se ha convertido en una voz poco común, fuerte y elocuente que aboga a favor de detener las ayudas económicas para África, como la mejor manera de ayudar al problemático continente. Una idea que contradice a las campañas de las grandes estrellas del rock, a los políticos de occidente y a las asociaciones de intelectuales de golpe. Durante su viaje a Canadá para participar en un expectante debate con Stephen Lewis y otros en el Munk Debate on Foreign Aid, habló con el National Post sobre las ideas y los inconvenientes de oponerse a la ortodoxia de la ayuda internacional externa.

Pregunta: ¿Qué tiene de malo que las naciones ricas compartan sus riquezas con las naciones pobres con el fin de ayudarlas para que afronten sus propios problemas?

Respuesta: No ha habido nunca un país en el mundo que haya alcanzado un crecimiento constante y haya reducido la pobreza de manera significativa con las herramientas de la ayuda internacional externa. Simplemente, no ha ocurrido jamás. Por eso, seguimos impulsando una estrategia sin muestras evidentes de haber funcionado en alguna parte del mundo. Y lo que sí tenemos son años que prueban que la estrategia de ayuda no funciona.

No es más que un incentivo. Debemos, pues, hacernos la siguiente pregunta: ¿Acaso los gobiernos africanos están incentivados para hacer lo que los gobiernos del resto del mundo esperan que hagan, es decir, distribuir bienes públicos como educación, sanidad, infraestructuras y seguridad? Desafortunadamente, el sistema de ayuda lo que ha hecho ha sido permitir que los gobiernos africanos abdiquen de sus responsabilidades… De tal manera que hasta que los gobiernos africanos no vivan o mueran dependiendo de la creación de empleo y de la distribución de bienes a los africanos y no solamente se dediquen a recibir el dinero de ayudas, seguiremos viendo una situación en la que el sector privado no se ha desarrollado y los africanos no tienen oportunidades laborales.

Los miles de millones de euros que van de gobierno a gobierno…hacen que los gobiernos africanos se hagan vagos en lugar de hacer lo que deberían. También la corrupción del petróleo, las guerras civiles por los bidones de petróleo, la inflación, la carga de la deuda, etcétera.

P: ¿Cuál es para usted la mejor solución?

R: Es una mezcla entre comercio, inversiones extranjeras directas, mercados capitales, bonos del mercado, remesas y micro finanzas. Básicamente consiste en fomentar una fuerte inversión en el sector privado hacia esas economías para lograr una creación de empleo. El problema principal con el modelo de ayudas es que no se crean puestos de trabajo para los africanos. Es una solución de ayuda de manera conjunta. Más del 60% de la población de África es menor de 24 años. Esta gente necesita trabajo o tendremos un continente de piratas o de gente joven sin oportunidades. Es de una vital importancia que la gente entienda que los africanos quieren lo mismo que quieren los occidentales.

P: Con el fin de conseguir dinero para ayudar, las fundaciones y agencias de ayuda a menudo utilizan los anuncios televisivos en los cuales se puede ver a gente pobre en zonas completamente destruidas. Es muy difícil que esto pueda inspirar la confianza en que una fundación privada pueda ser rentable como inversión económica.

R: Estoy totalmente de acuerdo y ese es uno de los principales problemas con la cultura del famoseo. El enfoque es muy negativo. En mi libro los llamo los cuatro jinetes del apocalipsis africano. Quieren centrarse en la guerra, las enfermedades, la pobreza y la corrupción. Conocí a una mujer africana en Kenia que decía que es muy difícil criar a un adolescente en cualquier lugar del mundo, pero que criar a un adolescente para que sea un ingeniero o un doctor o para que contribuya a la sociedad global cuando te están diciendo constantemente que eres pobre, ineficaz y que necesitas ayuda de la caridad... Esta no es la fórmula del éxito. Es indignante ver a los famosos, en términos generales, usar sus plataformas para contar básicamente una historia negativa. Esto jamás animará a nadie para que invierta en África.

P: Así que usted recomienda cerrar el grifo. ¿Cuándo, cómo y cuánto se deberían cerrar?

R: Le agradezco que me haga esa pregunta porque he sido completamente tergiversada y, debo decir, creo que deliberadamente distorsionada, sobre todo por la comunidad de ONG. En mi libro doy un ejemplo de cinco años. Sin sentido, las ONG han saltado diciendo que yo sugiero que la ayuda debe ser interrumpida de inmediato o, en el peor de los casos, en cinco años. No estoy diciendo eso. Lo que digo es que necesitamos una estrategia de salida. Puede que la ayuda sólo funcione cuando sepamos que el grifo se cerrará en algún momento. Necesitamos un plan de retirada de la ayuda para asegurarnos de que los gobiernos africanos puedan subsistir sin ayudas. Además, he dicho que los países tienen distintos niveles de desarrollo económico. Mi país de nacimiento, Zambia, está en un nivel muy distinto al de, por ejemplo, Ghana, o Kenia o Somalia. No se puede tener una única estrategia de salida para todos estos países.

P: Se ha hecho mucho en los medios de comunicación oponiendo sus ideas en contra de los famosos, músicos como Bob Geldof y Bono de U2. Hace poco, vimos a Bono sentándose con nuestro primer ministro [el de Canadá] y consiguiendo la promesa de aumentar el gasto de nuestro país para África. ¿Cuál es su postura sobre las acciones que emprenden las estrellas de Rock?

R: Ellos se han convertido en las caras de África de facto. El hecho de que se les vea a nivel global como la gente que define las agendas políticas, que acuden a las cumbres del G8 y del G20, es completamente absurda. Es ridícula particularmente porque creo que el sistema de ayudas ha hecho vagos a muchos gobernantes africanos que han creado una aspiradora en la que todo el mundo –en este caso los famosos- piense que es correcto meterse y empezar a proponer políticas para África.

Nosotros, como africanos y como una sociedad global, deberíamos querer oír de los gobiernos africanos cuál es su plan, cuál es su estrategia. Yo no quiero oír lo que los famosos piensan que deberíamos hacer los africanos así como un canadiense no querría oír lo que opina Michael Jackson sobre la crisis crediticia.

P: No todos los lectores del National Post son políticos por lo que, a modo personal, si alguien en Canadá se sintiera conmovido por la situación de África y quisiera ayudar ¿qué le recomendaría que hiciera?

R: Deberíamos preguntar a nuestros políticos sobre lo que están haciendo…Después de un trillón de dólares en ayudas durante 60 años la situación empeora, resulta totalmente inverosímil. Eso es un rendimiento de inversión muy pobre y nos preguntaríamos esto mismo sobre cualquier otra cosa, sobre cualquier política de negocios en Occidente…

Tengo muchas esperanzas en que si hay una cosa que hace el libro es la de dar permiso para hacer las preguntas duras. Alguien me dijo la semana pasada que uno de los problemas para una persona nacida en Occidente es que si alguien empieza a cuestionar el modelo de ayudas, se les tacha de racistas o se les categoriza como insensibles o sin corazón; y creo que no es justo. Además, hay una página web, http://www.kiva.org, en donde puedes prestar una pequeña cantidad como 25 dólares para ayudar a los empresarios en los países en vías de desarrollo.

P: Su libro se ha convertido en un bestseller del New York Times; la revista TIME la incluyó entre una de las 100 personas más influyentes del mundo; y, sin embargo, hay muchas objeciones a sus ideas. ¿A quién no le está gustando lo que usted dice?

R: El retroceso tiende a venir de un grupo minoritario de Occidente. Las ONG. Algunas ONG, en lugar de debatir sobre esto, prefieren tacharme de maniaca genocida o intentan dar golpes bajos y hacer ataques personales… Entiendo que están muy interesados en mantener el status quo porque es donde tienen su trabajo.

P: Hablando de gente que puede no estar de acuerdo con usted, en Toronto usted debatirá sus ideas con, entre otros, Stephen Lewis, un conocido y apasionado canadiense que aboga por la ayuda africana. ¿Cree que la teoría del Sr. Lewis difiere de alguna manera de la de Bob Geldof o Bono?

R: En términos generales es lo mismo, recolectar dinero para África usando lo que yo llamo una plataforma negativa. Todo lo que digo es que sus intervenciones no afrontan los problemas fundamentales en África.

P: El Sr. Lewis puede hacer aflorar alguna lágrima casi de cualquier ojo cuando habla de los problemas en África. ¿Está nerviosa por enfrentarse a él en un debate público?

R: No, porque hablo desde el corazón. Hablo desde una persona nacida y criada en África. Me rompe el corazón que la gente siga imponiendo un modelo de desarrollo económico que no funciona, aún sabiendo que no funciona. Por eso, creo que el Sr. Lewis aprovecharía mejor el tiempo si realmente hiciera campaña para lograr cosas que puedan de manera considerable hacer mella en la pobreza en todo el continente africano, en lugar de insistir en una estrategia que, en otros 50 años…sus hijos y los hijos de sus hijos seguirán pagando para que mis hijos y los hijos de mis hijos vayan al colegio o tengan acceso a la sanidad. Lo que es completamente ridículo y no es una solución a largo plazo.

Fuente original: National Post, de Canadá. Enviado a AU Monitor por Yves Niyiragira

Publicado en AU Monitor, el 9 de junio de 2009.

Traducido por Thaidi Llamas, alumna del curso Especialista en Información Internacional y Países del Sur, para Fundación Sur

9 de septiembre de 2009

OPERACION PANDEMIA

Un video que me ha gustado, que pone los puntos sober las ies de muchas cositas...que lo disfruteis, merece la pena...

3 de septiembre de 2009

"...la vida se acaba, los sueños se gastan..."

Una bonita canción que he descubierto haciendo zapping...

Cuando sientes frio en la mirada cuando alguien a roto tu sonrisa de cristal y tu carita de porcelana se acuerda de su mano mano de metal

u es hora de empezar a andar u se acabaron las lagrimas u es hora de empezar a andar rompe tu jaula

4 primaveras cayadas las losas se cayan no saben decir na siente las espinas que se clavan pinchando bien adentro donde duele mas

u es hora de empezar a andar u se acabaron las lagrimas u es hora de empezar a andar rompe tu jaula ya

ESTRIBILLO:

mira escapa que la vida se acaba, que los sueños se gastan, los minutos se marchan salta que la calma te abraza, los momentos se pasan y se te rompe el alma ai el alma

cuando sientes que nunca lo extrañas, y la lluvia cae castigando la ciudad que las gotas no calan tu alma sus barcas en tus ojos y tus escudos no podran remar

de nada vale ya llorar se acabaron las lagrimas sientes que ya no hay marcha atras rompe tu jaula ya

ESTRIBILLO:

mira escapa que la vida se acaba, que los sueños se gastan, los minutos se marchan salta que la calma te abraza, los momentos se pasan y se te muere el alma ai el alma

y siente la llamada de la libertad rompe las cadenas que te hacen llorar corretela, monta y no lo pienses mas salta, rie, baila y siente la llamada de la libertad rompe las cadenas que te hacen llorar corretela, monta y no lo pienses mas salta, rie, baila

escapa que la vida se acaba, que los sueños se gastan, los minutos se marchan salta que la calma te abraza, los momentos se pasan y se te rompe el alma uai escapa que la vida se acaba, que los sueños se gastan, los minutos se marchan salta que la calma te abraza, los momentos se pasan y se te rompe el alma uai el alma

escapa que la vida se acaba, que los sueños se gastan, los minutos se marchan salta que la calma te abraza, los momentos se pasan y se te rompe el alma el alma, el alma